Amor no solo en tiempos de colera.
Si eres algo adepto al terror seguro escuchaste alguna vez
el nombre de Junji Ito, un mangaka considerado el mejor en terror y suspenso
con ese toque japonés que ayuda a diferenciarlo.
Mi historia con el autor cae en que me atrapó con sus
ilustraciones morbosas en Uzumaki y Gyo; con el paso del tiempo leyendo ocasionalmente
sus obras he notado que de hecho me impresiona su trabajo, su acercamiento a la
locura gradual vs un ser o concepto indescriptible y sobrenatural, y cómo ve el
amor.
En la mayoría de sus historias los personajes son poco
detallados salvo por sus ojeras y sus signos de enflaquecimiento, sus
comportamientos bien pueden ser correctos, siendo que si son así su historia
los obliga a rendirse, por otra parte si son cobardes puede que resistan un
poco más; a decir verdad, el hombre sabe bien sobre las limitaciones de una
persona, nadie se dignaría a vencer a lo invencible y mucho menos si no es un
fornido mozo capaz de lograrlo.
Aun así, con personajes obstinados o cobardes, si tiene
tiempo para establecer alguna relación amorosa lo hace de un modo disonante y
tierno, una versión idealizada de la pareja que supera el berrinche expuesto en
el romance que consideramos típico, y es en momentos en los que el mundo se cae
sobre uno que Ito ve la oportunidad de que, antes que la oscuridad y vileza te
atrapen, que seas capaz de darle tu mano a la persona que amas y tener en último
momento un final feliz, bueno, hablo en sentido metafórico, lo que sucede es
que en los tramos finales se vive, se muere o se enfrenta al mundo con amor,
incluso si es una derrota inevitable.
Me gusta como en Uzumaki se lleva la trama de la pareja
protagonista, un demente paranoico y una chica de buen corazón, durante una
buena parte el demente muestra estar completamente disociado de la realidad (una
muy confusa), y con todo eso él siendo un imbécil no piensa ni considera
salvarse a menos que logre salvarla a ella primero, mientras que en Gyo es al revés,
con el resultado de que ninguno compartirá la eternidad, se centra más en
"vive y pelea por quien alguna vez amaste", el vacio en ese mundo
pestilente es triste pero no por ello hay que dejarse vencer, y vaya
curiosidad, que en Undying Love o Lovesick Dead pasa algo que podríamos considerar
lo contrario, pero siendo justos es algo que supera lo tierno, siendo que antes
que odiar a alguien que quieres es mejor morir, y si ella muere no vale seguir
vivo, adentrarse a un problema infinitamente superior y perder a sabiendas que
nunca hubo chance de victoria alguna.
No me gustaría imaginarme en alguna historia violenta o terrorífica
y sin embargo, ser esa clase de personaje destinado a un fracaso inminente que
de todas formas puede ver a los ojos a aquella persona con la que en otras circunstancias
pasaría el resto de mi vida sin una sola sombra de dudas, hmmm, valdría la pena
el miedo, por mucho.
Comentarios
Publicar un comentario